Recuérdote con tu linda sonrisa,
Queriéndote como cada día,
Extrañando tus labios con triste agonía.
Siéntote muy lejano, vida mía,
Dentro de tus sueños de alegría.
Cuando la realidad se hace sombría,
Quisiera abrazarte y volver a la vida.
El descanso mi alma no consigue
Sabiéndote distante a mi andar,
Soñando despierta, queriendo suspirar.
Allí estás como cada día,
Viviendo tú presente real,
Mientras la soledad se hace amiga
De mi corazón y de todo lo mío.
Sencilla es la brisa que roza
A este amor que de a poco se va,
Alterando nuestros latidos,
Que desean amarse aún más.
Y cuando un nuevo sol amanezca
La vida ha de continuar,
Y triste, con mucho pesar,
He de recordar, amor,
Tu dulce forma de amar.
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